LA LEY
Nadie se tiene porque derrotar
Desfallecer, entregarse a la perdición
Atentar contra el cuerpo, la tensión y el rigor impertérritos debidos a la causa del Decoro,
Lleva a la excomunión, es decir, a la exclusión de la común unión humana.
Y a ningún miembro de la especie le está permitido tal exclusión,
Especialmente la época en que saturan los antros de la ignominia
Es decir, donde dominan los perversos, los excluidos del Decoro
Quien se derrota ha de morir
Así, literal y simple,
No hay alternativa si ha de haber futuro deseable para el Hombre.
Yo, Yavé, el verídico exterminador, lo digo.