No me salvé
No quise salvarme
O tal vez sí
Pero lo cierto es que destruí el puente de plata
Que bajo mis pies colocaba la generosidad de mi enemigo
Dejándome bajo su doble rabia
Rabia por mi temerario desafío
Y rabia por tener que matarme
Benedetti no lo supo desde su cámara ardiente
Pero si lo supo desde que el mismo se salvó
Mientras en La Higuera el propio descansaba
Triunfando sobre tanta salvación inútil