CUIDADO CON EL LOCO
Y qué pasa si me enojo
si no puedo controlarme
y me vuelvo medio loco
y comienzo a desquitarme.
Devolviendo cada espina
cada bronca, cada agravio
y algunas fechorías
a unos cuantos funcionarios.
Y qué pasa si enveneno
al que anda envenenando
si asalto al usurero
al ladrón de guantes blancos.
Si le pongo un par de bombas
donde vive el terrorista
y siguiendo con la moda
me desnudo en cada esquina.
Quién levantaría su dedo
acusándome de loco
quién me llevaría proceso
y quién más al calabozo.
Cuidado, cuidado, cuidado con el loco
que trata de salir.
Y qué pasa si este loco
no sé cómo, en qué momento
se libera de algún modo
y no puedo detenerlo.
Y se junta con los otros
que cansados de ser cuerdos
se volvieron todos locos
locos, malos y violentos.
Y qué pasaría si todos
todos juntos y dementes
a la voz de ojo por ojo
cobrarían diente por diente
Cada deuda, cada saldo,
cada día sin alegría,
cada cruz del camposanto,
cada estafa recibida.
Quién levantaría su dedo
acusándolos de locos
quién los llevaría a proceso
y quién más al calabozo.
Cuidado, cuidado, cuidado con el loco
que trata de salir
Aviso, advierto, ya no presionen tanto
que el loco va salir.
Cuidado, cuidado, cuidado con el loco
que anda por ahí.
Gian Franco Pagliaro
EL GATO GUARDIÁN
Un campesino que en su alacena
guardaba un queso de Nochebuena,
oyó un ruidito ratoncillesco
por los contornos de su refresco.
Y pronto, pronto, como hombre listo
que nadie pesca de desprovisto,
trájose al gato, para que en vela
le hiciese al pillo la centinela.
E hízola el gato con tal suceso,
que ambos marcharon: ratón y queso.
Gobierno dignos y timoratos donde haya queso
no mandéis gatos.