HIMNO DE SUMAPAZ

ENCUENTROS “LEA”  

Por Bienestar Social referimos el conjunto de servicios agregados al salario y a la actividad profesional propiamente dicha, se ha convertido en la razón de ser de la gran empresa contemporánea. Con el mismo se identifica la filialidad o el sentimiento de participar de una gran familia. La familia es el nicho social que nos ampara y nos separa de la miseria moral cuando  el medio social se encuentra debilitado o enfermo para cumplir su rol por excelencia. 

¿Por qué identificar filialidad con Bienestar? La familia es la célula social por antonomasia. Pero solo el tejido, la relación social, puede garantizar seguridad frente a la fragilidad del núcleo de afectos inmediatos. Cuando se participa de un espacio fraternalmente productivo o productivamente fraterno, la seguridad interior de la persona se fortalece; con lo cual la confianza y la capacidad efectivas frente al mundo mejora ostensiblemente y de forma creciente, revocando de hecho cuanto fuera duda, temor y frustración. 

La residualidad emocional de una jornada de encuentro lúdica y estética no tiene traducción en ingreso, aunque a la larga también se genere, como se genera, un saldo económico. Ella es la pizca, el toque mágico, la sazón, la especia sin la cual la vianda del ingreso jamás podría halagar lo suficiente el paladar  de nuestra satisfacción propiamente humana. 

Pues bien, en nuestra propuesta, en nuestros talleres, en los encuentros en derredor de la Lúdica, lo Etico, lo Estético, lo Afectivo, en esos ENCUENTROS “LEA” PARA TRABAJADORES la fatiga se disipa volatilizada por el despertar del espíritu de integración. Los Encuentros “LEA” utilizan el potencial plástico de materiales accesibles a todos, como el foamy, para mediar de forma creativa el tiempo de descanso, enriqueciéndolo con la febrilidad festiva del despertar de del talento manual y la ingeniosidad. Decenas de talleres, cientos de profesionales, miles de horas de perplejidades vencidas y entusiasmos recobrados nos han persuadido de extender nuestros ENCUENTROS LEA del ámbito docente  al de la seguridad. Ambito tanto o más exigente en el manejo del estrés, de cuya regulación depende el grado de armonía  entre la actitud del agente, el servicio público y la Misión de su crucial labor.

La resilencia positiva sobre el servicio y el enriquecimiento del bienestar personal crean el círculo virtuoso  de la interacción edificante entre el crecimiento humano y el engrandecimiento institucional. A dicha tarea queremos aplicarnos, según un Plan de Talleres proyectado progresivamente a objeto de facilitarle al anfitrión valorar la efectividad sobre las competencias laborales del agente, a sí como dimensionar la importancia de ampliar o universalizar su cobertura.

Como docentes de educación no formal y concientes de la necesidad de impartir mecanismos  de bienestar a las personas de diferentes gremios, presentamos a ustedes el programa de cursos que actualmente estamos ofreciendo. 

La Escuela de Taller Ambulante ETA, es el nombre de la flota de Unidades Pedagógicas Itinerantes que en los escenarios vecinales, empresariales e institucionales desarrollan propuestas curriculares contextualizadas proyectadas a mitigar déficits en los nichos de la convivencia social, el desarrollo  personal, la recreación, el medio ambiente, las artes, la seguridad y la paz. Sus escenarios rodantes ofrecen a su vez alternativas para ensayos y presentaciones a las distintas bandas musicales que han irrumpido en la ciudad, sin que cuenten con una oferta apropiada por parte de la ciudad para sus ensayos y la puesta en escena.  En tanto escuela-propuesta es la oferta recreativa de educación recíprocadirigida a desarrollar capacidades comunitarias permanentes, mediante la formación de talleristas-monitores.

La ETA desarrolla sus acciones pedagógicas en contexto mediante los ENCUENTROS LEA.

LOS ENCUENTROS LEA:  

Encontrarse de suyo significa hallarse a sí mismo y, como ningún hombre es una isla, hallarse en y con los otros.  Hallarse es encontrar realización, satisfacer de forma auténtica y permanente el sistema de necesidades personales fundamentales.  No aspiramos a tanto, pero sí a aliviar de tensiones relativas a déficit de amable y productiva interacción social.

  Los encuentros LEA son de suyo un espacio donde las personas se asumen desde el mutualismo como la oportunidad especial para cultivar filialidad, distensionando en lo personal y en lo social la atmósfera de recelo y temor en que el mundo dominado por la entropía sume a sus huéspedes.

  Los encuentros van a la sociedad identificando la necesidad en el hábitat, el trabajo y la educación.  En el hábitat, a nivel del ámbito familiar y de la convivencia vecinal, aportando mediación que potencie la capacidad y las defensas pedagógicas del nicho consanguíneo frente a la agresividad de la penetración mediática y el creciente número de factores que tienden a erosionar la cohesión, exponiendo a fuerte grado de vulnerabilidad a sus integrantes.

 Vulnerabilidad que se traduce en una gran entropía en la subjetividad dominante de donde se obtiene una insana , convivencia que recorre todos los ámbitos, desde el espacio próximo (vecinal) hasta el ámbito universal de la civilidad, los derechos humanos y el cosmopolitanismo.

 Los encuentros LEA son especialmente útiles cuando se trata de mejorar los ambientes productivos o de trabajo, ya que fortalecen y preservan la actitud positiva, la autoestima y la confianza, al aportar de forma continua una dosis de estímulos al desarrollo personal y al trato social.

Al fungir como educación libre los ENCUENTROS LEA reúnen la mayor versatilidad de que pueda gozar modalidad educativa alguna, lo que les permite y le exige mantener un permanente estado de alerta respecto de aquellos satisfactores que no logran ser identificados o atendidos debidamente por las características truculentas del mercado.  De donde surge la necesidad de que sea la propia sociedad quien, sustrayéndose de la éjida consumista, asuma la atención a sus déficits ontológicos de realización; caldo de cultivo de todos los despropósitos, manipulaciones y frustraciones.

Los encuentros LEA se definen como AULA VIVA en tanto inteligente y concertadamente se realiza canalizando el paisaje y la logística cultural hacia los fines específicos de cada curso-taller.

Los encuentros LEA no son sólo espacios de socialización y aprendizaje, también crean o fomentan condiciones para la asociatividad mediante ejercicios de entrenamiento y clubes desde los cuales es fácil oxigenar los roles sociales de cada participante.