El poder nos da dolor en nuestros cuerpos. Cuando el dolor es grande sé que Dios me ha dado poder.     Shamán bosquimano


SACRIFICIO  (DOLOR) Y PODER


El otro lado, la otra parte. Otras realidades, otros reinos. La roca y la pintura (rupestre) son el medio o, mejor, el portal de acceso al más allá intangible. La roca habla al shamán en trance, en estado alterado, potenciando los sentidos al punto de la comprensión profunda, mística. La pintura shamánica intensifica el poder mágico, plástico, de la roca.  Volatiliza la realidad física permitiéndose el acceso al poder fundador de la nada primordial. Allí donde moran los espíritus (vacios-huellas) de los elementos fundadores.



 

En el “infiernito” la forma de la roca se hace de forma deliberada, se esculpe. El falo pétreo intensifica su poder fecundador con pictogramas de anfibios,  Mientras los shamanes europeos invocan buena caza, los shamanes del altiplano abogan ante sus Dioses por buena cosecha. Los primeros identifican en los contornos de la roca el animal propiciatorio, Los segundos esculpen la roca.



 

¿Cómo encontraron los   “primitivos” de las distintas latitudes del orbe el ritual propiciatorio pertinente? ¿Cómo descubrieron la forma de interactuar con la divinidad para sobreponerse así, a la ferocidad de su presa? Ingestas “tóxicas” –plantas y substancias de poder-, danzas –ritmo, movimiento- y colectivo, comunidad. ¿Cómo coincidieron en lo básico?

Poder frente a la adversidad es diferente de poder para subyugar a  la especie. Adversidad para probarse (Rousseau) y Dioses para vencer y vivir. Sobrevivir gracias al poder concedido por el mundo de los Dioses (Hades), el reino de las almas.



 

Las almas nos son prestadas. Generosidad de la Naturaleza que encarno en los hombres la capacidad de volver conscientemente a su intimidad más profunda e interactuar como auténticos Dioses, esto es, PODER obrar prodigios sobre las manifestaciones tangibles, sobre la corporeidad de ese éter primordial.



ALMA Y PODER



 

El poder es etéreo, aunque siempre se lo identifique con la riqueza material y la capacidad destructiva. El poder siempre es la capacidad natural, profunda, de creación. El poder es lo-dios del hombre. Y este puede ser tan grande o tan pequeño como lo sea la consciencia.

Va a depender de la solidez (encarnamiento, incorporación) de la consciencia (etéreo, subjetivo, ideal, abstracto, simbólico, lumínico, libertario).



 

La tiranía es el empeño en achicar las consciencias para domeñarlas. La consciencia, la estrategia para resistir y liberar acreciendo el alma de los uncidos.



 

Los genes trasmiten el código para reproducir la corporeidad desarrollada por la evolución. La consciencia es el potencial de luz que la educación debe desarrollar al unísono con la madurez neurológica. Un hombre cabal es aquel que ha alcanzado la madurez, esto es, la capacidad para modificarse así mismo a plena consciencia, independientemente de las amenazas exteriores.  



EL REINO DE LA ECONOMIA



Debe excluirse cualquier reinado (monopolio) sobre las fuentes sustentadoras; por lo cual los regímenes de organización (estado) que se den los hombres deben garantizar que dichas fuentes estén en manos (poder) de todos y cada uno de los animales, racionales y no racionales. Nadie debe tener sobre las fuentes de vida. Cualquier restricción a este principio más temprano que tarde acarreará injusticia y trauma a la sociedad. Los hombres deben organizarse para garantizarse el acceso equitativo a las fuentes de sustento material, para lo cual es imprescindible que todos tengan acceso al estado de comprensión profunda de la vida – y sus demandas – y del gobierno.



 

Ahora bien, el mundo esta tiránicamente organizado por élites plutocráticas que no solo controlan las fuentes de supervivencia, también controlan el poder represor armado e ideológico; lo cual deja al proyecto humano ante tres retos titánicos, a saber: enfrentar a los grandes dueños, la complicidad estulta de los despojados y el oportunismo en las propias filas emancipatorias.



 

El mundo y el imaginario de los pueblos están dramáticamente fragmentados, dispersos y contaminados, Mientras que los reformadores parten de ese inmenso menos cero, la plutocracia está como nunca cohesionada por el acumulado histórico y universal de riqueza y maléfica experiencia, es decir, astucia, tecnología, inescrupulosidad e incapacidad para renunciar a sus nefandos y embriagadores privilegios. Todo el mundo de adversidad contra todo un mundo de poder. Pelea de tigre con burro amarrado. Ya no es sensato entonces insistir por ese lado. Es preciso buscar la alternativa intensificando las variables que amenazan realmente el poder de los poderosos: su propio enloquecimiento, su pathos y la caída ecológica o pérdida de hospitalidad planetaria. Forzar el cataclismo general para obligarlos a la mesura de sus despropósitos exaccivos. Construir en silencio los bastiones de consciencia (entrenamiento vivo del comuniDarismo), mientras se acelera en silencia el bumerán ambiental.



 

Ningún recurso será suficiente bajo el actual modelo de distribución-consumo. La humanidad debe cambiar drásticamente su sistema de relaciones productivas (¡tierra sin patrones!). Si los hombres no se vacunan contra la propiedad (“el dinero es lo que importa”) y sus malignos espíritus, no habrá alternativa. ¡Poder a los auténticos revolucionarios; calamidad a los estultos y a los grandes beneficiarios  de la calamidad general!



ES TARDE PARA EL HOMBRE



La matriz de la consciencia global, más que infectada está podrida. La hecatombe es inevitable. La urgencia es desarrollar una estrategia-puente que use el caos en que el capitalismo funda su nuevo proyecto de vida como palanca para que su salto sea al vacio, sin que pueda arrastrar consigo cuanto ha de salvarse para que el proyecto liberador se pueda completar, dando comienzo a una legítima historia humana.