¿Quién debe tutelar a haitÍ?


El remedo de gobierno haitiano es ahora el mayor estorbo para la restauración  histórica del proyecto petionista. avalar ese remedo es un error histórico. Cuando Preval subvalora groseramente la generosa, oportuna y ejemplar condonación del ALBA, para cerrar el interés estratégico del sur en echarse a sus cuestas la debacle integral y, con ella, el peligro inminente de la hegemonía imperialista, Preval deslegitima el reconocimiento de su gobierno, pues deja de representar los mas altos intereses de la patria de Overture. Tras su calculado afán por proveer paliativos que mitiguen su imagen frente al pueblo, Preval olímpicamente omite la  inmediatez y buen criterio con que a la urgencia han respondido los gobiernos progresistas del continente. no se necesita una cumbre de Unasur para mas limosnas, que ya están llegando y que van a seguir inundando y, a la larga, desfigurando la posibilidad de transformar la apoteosis del desastre en un proyecto estructural de repotenciación del espíritu que hizo de la española la cuna de la libertad humana y americana.



 

Preval se ha comportado como un perfecto inepto o, peor, como un perfecto peon de la estrategia imperialista , al omitir de forma tan rampante la realidad de fondo que explica la gravedad del impacto sísmico. incontrovertiblemente existen millones de urgencias humanitarias  bajo las ruinas de aquella epopeya libertaria, pero no es lo mismo uno u otro enfoque al milagro económico que es necesario parir para devolverle rango dentro del desarrollo humano. se necesita compromiso con Haití, y compromiso de Haití,  y las limosnas que reclama prioritariamente Preval son precisamente la forma de no compromiso. el alba se esfuerza en comprometerse de la forma mas altruista y visionaria para los grandes interés de esa patria, nuestra también, muy a diferencia del compromiso que los yanquis tienen en finiquitar su obra de sujeción en curso desde la misma proclamación de la república.



 

Los halcones negros  en los jardines del palacio presidencial haitiano no permiten asumir la ingenuidad de un mandatario, sin mas poder que el de poner la tasa, que remilguea la amistad dignificante para preferir de hecho derivar el país hacia el interés estratégico imperialista.



 

La causa de Haití en su expresión mÁs noble hoy solo la puede y la quiere representar el alba del subcontinente mestizo, pero  Preval esta claramente interesado en soslayar la única decisión patriótica que tiene ante si. en consecuencia, la  presidencia protempore de Unasur se equivoca al escuchar de  viva voz la magra factura de estadista de Preval, y seguir enfatizando en volcar su apoyo a través de este indigno gobierno. mientras Estados Unidos centra descaradamente su intervención en Haití en intereses claramente geopolíticos, el ALBA se va de corazón entregando más allá de lo que debe para si, sin reclamar la necesaria nitidez del compromiso haitiano con la causa latinoamericanista. de esta suerte, se echa a cuestas la carga pesada, dejando librecito al imperio para desarrollar omnímodamente la nueva  ingeniería  clientelar del estado. “ustedes –alba y Unasur- desgástense encargándose del estropicio, mitiguen el desastre, lávenle las heridas y la  cara al espectro sobreviviente, ¡hagan la beneficencia costosa!, nosotros –usa- haremos la rentable; para ello es imprescindible que todos estemos de acuerdo en una cosa: ¡todo a través de René!”   



 

aal termino de la cumbre de Quito telesur trasmitió a Preval los cuestionamientos que ha suscitado el despliegue militar norteamericano en Haití siniestrado. Preval que siempre había mantenido actitud compungida no logró contener la risa ante el cinismo de su propia respuesta: “lo que pasa en Haití puede afectar a los estados unidos.” el “compresivo” apátrida había justificado el despliegue yanqui desde la conveniencia de los intereses imperialistas en el Caribe y la mas cobarde cita del castigo padecido por los pueblos que han osado reivindicar su soberanía, incluso se atrevió a mencionar a cuba como ejemplo de ello. ¡he ahí la altura del estadista cuya labor en la tragedia ha consistido en contar muertos, pedir carpas y, lo mas destacado, justificar la injerencia yanqui!



 

¡no compañeros, así no es la cosa! corazón sí, pero con inteligencia y carácter frente al juego imperialista. el imperialismo esta de reconquista, y Haití le representa una excelente oportunidad para desgastar y embolatar los aún frágiles  progresos soberanistas. el solo corazón puede ser la ruina de cuanto anhelamos y necesitamos. poco haremos asumiendo los estragos de la depredación, mientras los responsables estructurales del daño pelechan geopolíticamente nuestro esfuerzo solidario.



 

Entiéndase que Preval le dio una bofetada al alba en quito. Preval insulto la correspondencia histórica desde la cual los gobiernos progresistas del continente se han planteado su egregia respuesta a la catástrofe. Preval insulto la majestad negra, los desvelos y todo cuanto cuba mueve y representa desde hace tantos años para este martirizado pueblo. en su actitud, además de pusilanimidad frente al invasor, se lee arrogancia frente a la genuina solidaridad. ¡Céntrese entonces la solidaridad en la educación patriótica, martiana, bolivariana! ¡Culturícese con la urgencia y la pasión necesarias antes de que sea tarde para la conciencia haitiana, sitiada como esta por la creciente horda de ong¨s y las bestias militaristas, a objeto de producir los actores políticos indispensables para devolverle dignidad al gobierno y, desde allí, capacidad para una reconstrucción integral al tenor del semblante histórico legado por sus fundadores!



 

JORGE EDUARDO SOTOMONTE GAMARRA