ELEMENTOS PARA UNA EVALUACION FUERA DE PROTOCOLO 

 

coordinación. (Del lat. coordinatĭo, -ōnis). f. Acción y efecto de coordinar. ||2. Gram. Relación gramatical que existe entre palabras o grupos sintácticos del mismo nivel jerárquico, de forma que ninguno de ellos esté subordinado al otro.

 

coordinador, ra. adj. Que coordina. U. t. c. s.

 

coordinar. (Del lat. co, por cum, con, y ordināre, ordenar). tr. Disponer cosas metódicamente. || 2. Concertar medios, esfuerzos, etc., para una acción común.

 

Incoordinación. f. Med. Falta de la coordinación normal de dos o más funciones o de los movimientos musculares.

 

Descoordinación. f. Med. Falta de la coordinación normal de dos o más funciones o de los movimientos musculares.

 

metalenguaje. (De meta- y lenguaje). m. Inform. Lenguaje utilizado para describir un sistema de lenguaje de programación. || 2. Ling. Lenguaje que se usa para hablar del lenguaje.

 

metalepsis. (Del gr. μετληψις, cambio). f. Ret. Tropo, especie de metonimia, que consiste en tomar el antecedente por el consiguiente, o al contrario. Por esta figura se traslada a veces el sentido, no de una sola palabra, como por la metonimia, sino de toda una oración; p. ej., acuérdate de lo que me ofreciste, por cúmplelo.

 

metafísica. (Del gr. tardío μετ ] φυσικ, después de los [libros] físicos, designación que se aplicó en la ordenación de las obras de Aristóteles a los libros de la filosofía primera). f. Parte de la filosofía que trata del ser en cuanto tal, y de sus propiedades, principios y causas primeras. || 2. Modo de discurrir con demasiada sutileza en cualquier materia. || 3. Cosa que así se discurre.

 

Como se ve, al Diccionario de la policía del lenguaje noblerilmente autollamada “Real Academia”, le cuesta enorme dificultad, tal vez por su mismo acento conservador, encontrar un término para designar esa instancia de la realidad real que suele producir un efecto contrario de una metacoordinación. De hecho, metacoordinación es un especie cratacresística de neologismo que nos vemos exigidos a proponer como significante de la coordinación ente coordinadores, dada la carencia de uno mejor.

 

Podría objetársenos el uso inapropiado de la raíz griega μετ, pues, ciertamente, indicaría un más allá de la coordinación, o un después. Sin embargo, resulta menos inapropiado que hablar de supracoordinación, ya que la misma indicaría claramente una jerarquía superior mayor de coordinación, que no es el caso, pues de lo que aquí se trata es de la coordinación entre coordinadores del mismo nivel. Ahora bien, metacoordinación nos sigue sonando bien, en tanto nos ubica en el efecto sinérgico que se espera de la coordinación entre coordinadores; coordinación que es mucho más que una simple y mecánica articulación, incluso más que el efecto tres de sumar uno más uno, porque cuando las partes logan comportarse solidariamente entre si, es decir, cuando logran ser estructura, consiguen el efecto estructurante, que le permite a la Misión desatascarse de todos los atolladeros que pelechan de la acción deshilvanada, incongruente, relajada o simplemente disociada y disociativa (lumpen) de quienes están más dispuestos para la alevosía del interés mezquino, que sacrifica la Misión a la mendacidad de un desempeño erosivo, envilecedor, del derecho del mayor potencial de una sociedad, su Hijos. Esa sinergia, ese producto cualitativo superior a la simple suma de las partes, que logra, parodiando a Bolívar, la mayor suma de felicidad posible, al convertir su condición de satisfactor unívoco (satisfacer una sola necesidad) en multívoco (satisfacer simultáneamente varias necesidades), es la antípoda, por supuesto, de la descordinación entre coordinaciones deficientes; es así mismo un más allá distante de la descordinación entre coordinaciones que observen cierto rigor en su desempeño; lo es un poco menos distante respecto de coordinaciones que, centradas en la Misión, hacen a un lado los personalismos, se asumen profesionalmente y desde la cortesía e indeclinable honestidad logran la debida atención a cuanto es de su competencia y responsabilidad. Pero, definitivamente, la sinergia entre coordinadores es el horizonte de excelencia que debe guiar la acción entre los pares responsables del desarrollo en los hechos de la pauta rectora.

 

eufonía. (Del lat. euphonĭa, y este del gr. εφωνα, armonía). f. Sonoridad agradable que resulta de la acertada combinación de los elementos acústicos de las palabras.

 

eugenesia. (Del gr. ε, bien, y -génesis). f. Aplicación de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie humana

 

cacofonía. (Del gr. κακοφωνα, de κακφωνος, malsonante). f. Disonancia que resulta de la inarmónica combinación de los elementos acústicos de la palabra

 

 

Ahora bien, a la sinergia propia de una metacoordinación o eucoordinación corresponderá un correlato inverso mediante el cual se obtiene un efecto totalmente contrario, hasta llegar a convertir la descordinación en reverberación entrópica; auténtico cáncer (especie de sinergia al revés) destructivo de las posibilidades y la Misión a alcanzar con los recursos a disposición, por grandes y valiosa que estos sean. Así, pues, no debieran andar tan felices quienes agazapan su irresponsabilidad detrás de las falencias de coordinación, pues, además del derecho de la sociedad a mejorarse a través de la formación de nuevos y mejores Hombres, también es su propia realización profesional la que se estaría yendo al caño. A esta corrupción de la función coordinadora que, además de obstrucción, (anticoordinación), es caldo de bacterias donde la manzanita podrida encuentra el ancho de su degradación contagiosa, esto es, pozo de pudriciones donde el currículo desiderativo bienhechor se convierte en la más abyecta impostura.

 

¿Entendéis señores coordinadores cuanto ponéis en juego o, mejor, cuánto de entropía consentís difiriendo la responsabilidad metacoordinativa, por concederle al déficit de carácter o voluntad tanto, que los pequeños desaires, descuidos o prejuicios iniciales se vuelven incontenibles bolas de nieve, que arrasan los mínimos que deben sostener la permanencia en un ambiente, donde la carencia de complementariedad limita ostensiblemente la productividad que nos justifica y nos satisface moralmente?

 

Compañeros coordinadores, en buen romance, esta disquisición lingüística intenta encararles el equívoco moral de continuar soslayando la responsabilidad de constituirse en el ejemplar y riguroso equipo, que los docentes requieren para trascender el umbral entre el vergonzoso modelo educativo estándar y el honroso proyecto al que se resiste la inercia de sus cuerpos, entumecidos por el orín de esa misma escuela que buscamos trascender.

 

enzima. (Del gr. ν, en, y ζμη, levadura). amb. Bioquím. Proteína que cataliza específicamente cada una de las reacciones bioquímicas del metabolismo.

 

catalizar. tr. Producir una catálisis. ||2. Favorecer o acelerar el desarrollo de un proceso.

 

catabolismo. (De cata-, el gr. βλλειν, echar, e -ismo). m. Biol. Conjunto de procesos metabólicos de degradación de sustancias para obtener otras más simples.

 

Como lo reconocí en el mismo Concejo Municipal, siento que tenemos tanto o más logística que muchas escuelas cubanas; que nuestros docentes pueden ser suficientes en cantidad para la tarea de ennoblecer el alma de las familias a merced del proyecto escolar o, mejor, que no hay cantidad suficiente para la elemental y exquisita tarea de fermentar la vida, cuando la enzima llamada a favorecer su desarrollo en vez de matabolizar, cataboliza. Es decir, siento que nunca habrá docencia suficiente si no se la hace parir de entre esta real, que copa el día a día de las generaciones de relevo. Siento, así mismo, que no tenemos un estado comprometido con dicha tarea, sino todo lo contrario, que tenemos la realidad de un paraestado que niega alevemente al estado como principal agente civilizador constructor de modernidad. Que solo contamos con el margen autocrítico y con la escuela en marcha y endógena (¡LA MUTUAL!) que podamos darnos desde la sólida solidaridad quienes, al interior del establecimiento (establishment), apostamos la integridad de nuestros derechos por servir con honradez el interés público, que no es el interés adocenado del ganado electoral, sino la emergencia de una sociedad capaz frente a todos los factores que la hacen pasto de sus envilecedores verdugos.

 

Así, pues, siento que si entre esa docencia contumaz y los postulados idealmente necesarios, no media una nítida estructura metacoordinadora que, de peso muerto, convierta a los docentes en agentes deliberados, activos, comprometidos, esa estructura sólo servirá para sumar más peso a la dificultad y más complicidad al atraso. Y mucho ayuda…

 

Compañeros, siéntalo así: hay un estado capturado por una tal fruición, que incluso llegan a matarse a dentelladas por disponer de la presa. La presa da poder y el poder mantiene el control de los accesos (el ganado electoral, la clientela). Ese control permanente, que permanentemente los sostenga, les exige, obviamente, que las instituciones ideológicas permanentes (escuela, iglesia y prensa), permanentemente hagan su labor adocenadora. Para ello, resulta un muy eficaz recurso, lograr que los peones de dichas instituciones desarrollen una especie de narcolepsia, que disuelva el mundo a su alrededor y los entregue a la dulce modorra de la inercia. Agentes ideológicos así son la mejor garantía contra los peligros de un docente despierto, vigilante (ávido lector), pilo, dedicado, centrado en su Misión iluminadora, formadora de Hombres Cabales, Necesarios, y no en la pensión.

 

De otra parte, hay un Estado de Consciencia, que inhibe de vilezas y potencia su denuncia y su ruina. La ruina de la vileza pasa por la cabeza de todas y cada una de las gentecitas más o menos endurecidas, más o menos embrutecidas, más o menos fanatizadas por los fanatizadores del orden oprobioso. Ese Estado de Consciencia se filtra por las grietas del poder capturado y busca emanciparlo desde la Consciencia y la Acción Ciudadana Consecuente. De ahí que un proyecto de Educación para que el pueblo pueda, espante y mortifique a quienes han vivido y pelechado de la estulta complicidad del pueblo embrutecido y desmoralizado

 

La pelea no es fácil, pues el fuerte del enemigo es la inescrupulosidad absoluta (Recuerden el articulito “Acerca de la irresponsabilidad moral”), pero, ¿quién dijo que era menos fuerte la escrupulosidad de principios? La corriente que le mina al paraestado la manipulación degradante de las masas está creciendo. Se manifiesta de tanto en tanto como uno que otro revés de los esbirros de ese paraestado. Entonces se vuelven más peligrosos, pues si hay alguien más criminal que los peores criminales, es un criminal asustado. Pero la causa, infatigable, avanza. ¿Saben por qué? Por que hay moral, hay convicción. Y porque nos hemos probado en la lucha de resistencia. Y cuando un hombre honrado se prueba en la lucha tan permanente, no solo aprende a morir, siempre logra la victoria. A tal honradez es que estamos llamados y llamando los docentes que nos negamos a ser sirvientes del paraestado, para preferir el servicio a los intereses más altruistas del la Sociedad.

 

Finalmente, haz de saber compañero, que no hay intermedios en una lucha de Principios. Se sirve al césar del paraestado o se sirve al Dios de la Dignidad, se está con el proyecto histórico de emancipación y soberanía, o contra él. Así, que si tu eres de los que refugian su cobardía detrás de fementidas neutralidades, es bueno que recuerdes la interpretación del Ché respecto de los tibios: “Los que se declaran neutrales, ya se sabe de que lado están”. Pero tomar posición no es un acto de charlatanería, sino del ejercicio eximio de la docencia y de la comprensión acertiva de lo que hay que hacer para defender los espacios donde el Estado de Consciencia ha empezado a cultivar la edificante Decencia.